Este tratado será publicado paralelamente, de forma secundaria en "El Sumergible Neuronal", página de propia autoría destinada a elementos históricos y entornos musicales.
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Música en lista de reproducción personal para amenizar la lectura:
Se puede decir que el humano a lo largo de toda su cronología terrestre ha intentando representar el movimiento a toda razón paralela en los mecanismos de la ilustración gráfica.
Podemos objetar inexorablemente la connatural sensibilidad y más aún sus ansías de captar toda la labor ciudadana, en un momento exacto y a la hora exacta, registrarlo en una fuente fidedigna que perdure hasta el fin de la existencia humana, con el único objetivo de demostrar y reproducir tanto hazañas valerosas como los ambientes distintivos sociales, económicos y geopolíticos.
¿Os imagináis ver en la gran pantalla auténticas secuencias de Licurgo implantando sus reformas en el cenit Ateniense... la construcción de la gran pirámide de Guiza y sus primeros grabados en las paredes interiores... Colón y su cohorte desembarcando en la "Nueva India", etc.?.
Nuestros antepasados no pasaban por alto la certera apreciación, tal era su conmoción que cada estado poseía su particular pintor, que no era otra su labor que registrar los momentos cúlmenes en un boceto en blanco, sumado a ello, los de origen aristocrático que ejercían y donaban sus trabajos iconográficos por puro altruismo al reino.
No obstante, alejándonos de tales perogrulladas, he de afirmar que si bien lo pretérito fue un parecer innato, nada tiene que ver con la invención cinematográfica.
Podemos filosofar sobre un argumento metafísico, pero la realidad subyace en la eficiencia, y no fue hasta el siglo XIX cuando las distintas pesquisas dinámicas asentaron el camino hacia el nacimiento del cinematógrafo.
Hablamos de una época pre-técnica, datada nimiamente en la fecha de 1792 hasta 1888, siendo en 1887, el comienzo de la industria fílmica como tal.
Pero no por ello podemos desdeñar abruptamente los antecedentes incapaces de generar el tan preciado deseo elitista, más bien debemos de afirmar que su función fue un inexorable influjo para lo que estaba por venir.
Quizás podemos partir de los muñecos autómatas tras el primer tratado sobre robot de la historia a cargo de Herón de Alejandría aunque basado en labores de Philón y Arquímedes, continuado en las elaboraciones de Giannello Della Torre con el interprete de laúd, Roger Bacon y su cabeza parlante, Alberto Magno ligado al "hombre de hierro", el relojero suizo Pierre Jaquet-Droz y su rotativa moderna o "máquina de andar" y la bicicleta de Barón Von Drais, etc., pues en ellos empieza a emerger las estructuras de poleas, ruedas y palancas, una íntegra labor enmarcada en ámbito de la dinámica maquinal.
La mesmedad circunscrita en espacios de ocio popular y toda la mágica nebulosa que le rodeaba generaban el clamor y los murmullos generales de una posible utopía encarnada en una admisible realidad, porque es bien sabido que el sentimiento de cambio era palpable... el nuevo hallazgo rompería la estructura de todo aquel hedonismo asueto.
No obstante hasta entonces las ofertas de diversión no eran pocas, miles de establecimientos ofertaban las mil maravillas incognoscibles, la novedad exótica, la rareza singular capaz de asir con total regocijo los preciados y gratos momentos de solaz:
Juegos de sombras: era la proyección bidimensional en una pantalla en blanco de un objeto expuesto a un constante haz de luz con una gran amplitud de ángulo, recreando consigo una figura aumentada totalmente opaca con ciertos degradados albugíneos. Dentro de los juegos de sombras, cabe destacar las preferenciales manifestaciones que lograron abarrotar teatros y enclaves preparados para las representaciones de títeres y barracas de feria:
-Sombras Chinescas procedentes del lejano oriente, solían ser muñecos de miembros alargados fabricados con tripas de asno y piel de oveja, dibujados con colores translúcidos.
El argumento solía ser de tipo aleccionador, con temas religiosos e históricos redundando con ímpetu en la sátira y el misticismo. Su movilidad era producida mediante cuerdas, a diferencia de los Muñecos Javaneses creados con piel de búfalo esmaltada, éstos eran provistos de varillas ancladas en los miembros que se deseaban agitar
En ocasiones eran las estructuras mecánicas ocultadas debajo del escenario quien automatizaba ciertos patrones de desplazamiento.
Su popularidad llegar a ser tal que desde el siglo XVIII se crearon manuales de iniciación en la posición de las manos para representar figuras felinas, espacios callejeros y teatros fijos donde ofrecían grandiosos espectáculos nocturnos como el Palais Royal de París, abierto al público por Dominique Séraphin, un titiritero francés, considerado por muchos el introductor de las sombras en las funciones artísticas europeas.
Cabe destacar el "Empire Theater" liderado por Félicien Trewey y el "Teátre Robert Houndin" dirigido por un bisoño Georges Méliés, quien repetía la sesión "L`Auberge du Diable" cada noche tratando de incentivar al público a un nuevo concepto de sugestión terrorífica, pues como bien deja entrever en título, su temática era relacionada con el diablo, trama que ambos (Trewey y Méliés) nunca dejarán en desuso tras su posterior incursión y consagración en el mundo del séptimo arte.
-Karagös: ejerciendo predominio en el norte de África y Grecia, su punto de interés era la narración sobre el origen de los protagonistas, una leyenda sobre dos cómicos albañiles del siglo XIV, Karagöz (ojos negros), de quien toma nombre la exhibición y su confraterno "Hadshivat", cual su único objetivo era entretener al resto de compañeros de oficio con el fin de tratar de impedir las obras en la mezquita de Bursa.
-De los Karagös, nacen las sombras turcas, (que en esta ocasión eran elaborados con piel de camello con la particularidad de que sus pies y sus brazos eran graciosamente pequeños a la par que cucos) y los conocidos "ombres chinoises" derivando en un reflejo de siluetas recortadas en planchas móviles, de gran interés en Gran Bretaña.
Consecutivamente las sombras chinescas se vieron desplazadas por las constantes publicaciones de la ciencias químicas, ópticas y mecánicas, dichosos sean los personajes que obraron la maravilla fotográfica, pues sumado a ello, fue notorio el perfilado de la hipótesis de la persistencia en la retina junto a los múltiples refinamientos de la linterna mágica, supliendo sin remedio las costumbres de un ilusionista primitivo:
-La primera cita sobre la cámara oscura procede del 1038, por parte de Alhazen, un físico y matemático de origen árabe, fue él quien publicó un ensayo dividido en siete partes de igual magnitud, describiendo sustancialmente en herencia de Aristóteles las permutas en las propagación de las ondas naturales, dicho sea, la reflexión y la refracción de la luz sobre un cuerpo determinado, los principios y causas de la cámara oscura y la funcionalidad morfológica de la visión humana.
Más tarde es Johannes Kepler quién acrecentó la información con su tratado "Ad Vitellionem Paralipomena" en 1604, que posteriormente serviría para adherirse a la invención del primer telescopio. Fue desde el filósofo y teólogo Roger Bacon en el siglo XIII, cuando la cámara oscura empezó a ser un útil citado exclusivamente en los ambientes de pintores, para ya con Leonardo Da Vinci y sus manuscritos relativos, constatarse como fehaciente. Leonardo fue un personaje singular, pues todavía no comprendo su mayestática capacidad de elaboración, él añadió al artefacto "los condensadores", que no eran sino una serie de lentes convexas, mucho antes de la aparición de la linterna mágica.
Posteriormente Giovanni della Porta empezó a usarla como utensilio dedicado al sistema de proyecciones públicas, mediantes lentes mejoradas desde Da Vinci, famosos son sus "juegos diabólicos", incursión literal a estratos paranormales y ciencias del esoterismo.
-La linterna mágica se trata de un artilugio que procede de la "cámara oscura", se extendió en el siglo XVII, el jesuíta Anastasio Kircher, añadió a la misma lentes invertidas y activadas, también llamadas "lentes función", instaurándose como el primer semi proyector en potencia dedicado exclusivamente a fundamentos históricos y culturales, tal y como lo es la apreciación de los jeroglíficos egipcios y cualquier otro patrón que se precie en ambientes de la vieja época. De todos modos, todo ello queda reflejado en su obra "Ars Magna Lucis et Umbrae" de 1643.
Ya antes de finalizar el siglo XVIII, Juan Zahn liberó su libro "Occulis Artificialis", desarrollando una serie de estructuras que culminarían en las Motion Pictures, una combinación entre el proyector y el film, una perfección de la linterna mágica de Kircher.
Concurría de diversas diapositivas incrustadas en un disco que giraba continuamente sobre la lente del proyector, dando la sensación de movimiento. Las motion pictures serán las verdaderas culpables del empirismo hacia la búsqueda de la realidad dinámica en los siglo XVIII (Rationals Recreations de Hoopers)-XIX, tanto es así, que entrambos experimentadores, tomaban a Zahn como el influjo irremediable, crucialmente en la divulgación del Esquiópticon, de origen americano compuesto de cuatro mechas, cánulas de cristal férreas ante el calor y con una fuente energética de una lámpara de aceite protegido por un reflector de lente, alimentado a su vez por la combustión de cal e hidrógeno en un tubo de cal. Reemplazaba la función de las linternas con doble o triple objetivo, esta vez era el propio mecanismo del Esquiópticon quien se encargaba de cambiar la imagen y se desplazaban superponiéndose las una a las otras.
Dicho lo cual, en base a toda esta parafernalia de labores progresivas, empezaron a surgir los sistemas sensatos de una realidad colectiva y fascinante, la prensa ya reconocía el divertimiento como forma unánime a través de estas cualidades en plena emersión paulatina.
-De aquí partieron las Fantasmagorías de Étienne-Gaspard Robert, mejor conocido como Robertson, una aparición espectral enfrente del reducido: La linterna mágica se posicionaba detrás de la pantalla, proyectando hacia adelante, por tanto, el artilugio se mantenía oculto, sobrecogiendo el instinto de pavor entre las butacas que visionaban el cometido.
Las ilustraciones solían darse en momentos del día concretos, mayormente a la media noche, en conventos y edificios abandonados.
Robertson extendía y retraía las lentes y espejos cóncavos de la linterna dando la similar apreciación del cine moderno, además en estos espectáculos era común sumar sesiones aditivas de música en tritono, minuciosos y escuetos teatros paralelos a la proyección, etc.
-Las disolving Views de Henry Langdon Childe, paralelas a las fantasmagorías de Robert pero con la particularidad de ejercer una exhibición gradual de transiciones, similares al posterior diorama, que más tarde haremos de él un pequeño inciso.
La linterna mágica llegó a tal magnitud, que era común ver en casi todas las plazas de las grandes ciudades y pueblos, un operador ambulante ofreciendo la ceremonia a cambio de un par de monedas, armatostes como el “mundo nuevo” era amenizado por la narración del portador, aunque también se hicieron mundos nuevos de bolsillo y a pequeña escala decorativa (Juguetes de panorama inventado por Jacobo de Loutherbourg) que no era sino, un subproducto del original.
Ante este hecho, y como siempre ha sido habitual, la clase elitista se las ingenió para adaptar una linterna mágica a una lámpara común del hogar, es así como nació el Lampadoscopio a mediados del siglo XIX, un proyector doméstico sólo alcanzable entre el alto abolengo ciudadano. El Lampadoscopio se acoplaba perfectamente a cualquier candil de mesa, siendo iluminado por la llama de la misma, en vez del tubo de cristal acostumbrado.
Su mecánica era muy simple, los grabados se aplicaban en placas de cristal (producidas por los hermanos William and Frederick Langenheim, coloreadas a mano), que eran las que pasaban delante de la lente, dando la sensación de movimiento.
Tan poco los pintores dejaron pasar por alto el uso para su fines descriptivos, de ellos nacieron Cromatoscopio que emergió del Eidoscopio.
El cromatoscopio se trataba de dos láminas de cristal superpuestas, la primera era fija, y la segunda tenía la posibilidad de moverse hacia el lado izquierdo y derecho mediante sistemas técnicos con un bastidor, correas de transmisión y una palanca. Por otro lado el Eidoscopio consistía en dos discos perforados, moviéndose en sentido antagonista proyectando figuras móviles de penumbra, con ambas alternancias, se podía ilustrar un movimiento claro, dedicado mayormente al sistema de calco pictórico, una vez habiendo obrado las dos pinturas originales que servían de forma funcional en el artefacto.
Importantísimo citar alguno de los juguetes del siglo XIX como
-el cilindro de metal pulido, cuando se ponía frente a una imagen deformada, el tubo metálico reflejaba la imagen sin deformar, o sea, la volvía a la normalidad. Este principio es usado desde el Siglo XVI, pero era aún más frecuente en el cinemascope del siglo XX, el film grabado a una cierta modalidad precisaba de una lente anamórfica para que volviese a una forma congruente, de otro modo, la imagen estaría comprimida y deformada.
Como anécdota, en el disco "No Earthly Connection" de Rick Wakeman, 1976, la portada ejerce la misma función que estipulamos, una imagen deformada que sólo es posible verla en estado normal si ponemos un tubo de metal pulido (el cual se puede hacer rodeando cualquier elemento redondo y alargado con papel de aluminio) reflejándola.
Parte de aquí el retrato deformado y los efectos de perspectiva con la intención de sustentar una realidad tridimensional sobre la pantalla, con lentes adecuadas como “la caja de perspectivas” y la luz reflejada por los espejos oblicuos”.
-El calidoscopio de Sir David Rewster afianzado bajo su trabajo “treatise of the Kaleidoscope” en 1819, permitía una serie ilimitada de formaciones geométricas y simétricas dadas por los reflectores encadenados.
-Taumatropo, del doctor John Ayton Paris, representaba dos figuras correlativas a ambos lados de un pequeño disco, de cuyos extremos partía dos hilos, que al hacerlos girar mediante los dedos podíamos observar la pequeña animación.
Mientras tanto, el llamado "Panorama" recabó una dirección hacía el éxito consensuado, fue el pintor Robert Barker quien implantó la idea, que después sería perfeccionada por Leicester Square: Una pantalla enorme giraba lentamente en una rotonda con un motor de simple elaboración, los espectadores debían de situarse en medio y mirar a través de un agujero, que era en el interior donde se encontraba la secuencia, iluminada por un foco posicionado justamente arriba del receptor. Barker vendió el invento a la familia James Thayer, quien lo explotó con notable excelencia.
No obstante el panorama se vio en el más puro del ostracismo a causa del Diorama, con un jovencísimo Daguerre al mando óptico.
Consistía en una serie de pinturas transparentes y de enorme anchura, estas al sometimiento de luces en intensidades derivadas, daban la impresión de movimiento, gracias en parte a la situación del público, que giraba en sentido circular y paralelo a ellas. El diorama tuvo una acogida masiva, provocando la oleada de pegadas de carteles en las fachadas de los ómnibus, por aquél entonces, en las grandes ciudades, el número de dioramas era igual o incluso mayor que la cifra de cines en la actualidad. Dentro del diorama podemos hallar el estereograma con el que se representaban una serie de estereografías diorámicas, con la particularidad de que podían visionarlo cuatro personas a la vez, mejorado ulteriormente por August Fuhrmann con la posibilidad de veinticinco usuarios, conocido bajo el sinónimo de “Panorama del emperador”, instalado en Berlín.
-El primer tratado sobre la persistencia ocular fue dado entorno al 150 a. C., de origen árabe, conservándose únicamente una traducción al latín.
Pero fue Joseph Antonie Ferdinand Plateau quien perfeccionó el fenómeno en sus estudios publicados en 1829, acrecentando la labor con su segunda tirada, esta vez con los principios del "efecto estroboscópico":
Si un movimiento de un segundo de duración se divide en 16 fases aisladas, y estas fases son reemplazadas por imágenes fijas siguiendo un movimiento sucesivo, al reproducirlas una tras otra, serán vistas en movimiento ininterrumpido y el ojo no será capaz de notar los cortes entre imágenes, simplemente por la vaga captación de la retina a la velocidad señalada.
Se gesta de ello y del mismo autor el Fenaquitoscopio, el primer aparato en consolidar la inercia de nuestra visión, un disco con figuras dibujadas que al girar el radio de la rueda parece estar quieto mientras se observa por una hendidura vertical… paralelamente el profesor Stampfer publicaría el estroboscopio en Viena dando pié al experimento del Zoótropo también llamado Daedalum de William George Horner.
Este poseía una banda de papel longitudinal introducida en el interior de un tambor y a la mitad de su altura, observada por pequeñas hendiduras, dando honor a la magia consabida. Emile Reynaud lo perfeccionó dando lugar al praxinoscopio, patentado en París, 1877, y finalmente se llegó al teatro-praxinoscopio, con una elaborada morfología mostrándose decorados y siendo el punto central de percepción, la boca del escenario.
El Zootropo también dio lugar al Viviscopio por parte del grandísimo W. C. Farnum y el Coreuscopio del ingeniero Bale, simulando el movimiento mediante una característica cruz de malta… ambos juguetes eran propósitos comunes ligados a la sazón recurrente de la búsqueda sensorial de la retina.
Finalmente fue Franz von Uchatius quien desarrolló en 1853 un proyector de índole diversa, asociando elementos del fenaquitoscopio con la linterna mágica, dando lugar a una virtud progresiva mediante la cruz de malta y un obturador.
Es a partir de Plateau y el inicio de la fotografía como tal cuando se plasmaron los procesos más factibles para la total eficiencia de la reproducción en desplazamiento, debemos de hacer una cronología contextualizada de la mejor manera posible:
-En 1727, el alemán Johann Heinrich descubre el calco de los objetos mediante la mezcla de barro y nitrato de plata.
-Thomas Wedgood consiguió registrar la acción de Heinrich en un papel, no entregándose al público hasta el 19 de agosto de 1839, debido a la inestabilidad aún de la fórmula de exposición.
-En 1822, Nicéphore Niepce se alió con Daguerre mediante un pacto en común el 14 de diciembre de 1829, con el fin de mantener la unidad pura y única. Cuatro años después la muerte del primero sorprendió al segundo, teniendo que continuar en solitario bajo la atenta mirada del hijo del fenecido (Niepce).
Daguerre gestionó la placa de cobre sensibilizada mediante sales de plata, suponiendo una imagen invertida sin posibilidad de copias. Su nitidez era clara, aunque suponía 15 minutos de exposición al sol, por tanto los modelos debían de necesitar un apoyo que sostenía la parte trasera de la cabeza durante el tiempo determinado con el objetivo de que el sujeto no se moviese lo más mínimo… provocando la sátira burlesca en las numerosas revistas de la época.
Daguerre tras hacerlo saber a numerosos personajes influyentes como Alexander Humboldt, sólo fue Francois Arago, astrónomo y estadista quien se comprometió a promocionarlo, dándolo a conocer en la academia de ciencias francesa un 7 de enero de 1839.
-Entre 1816 y 1829 se empezaron a crear las primeras Heliografías, imágenes sobre metal e inicios de la composición fotográfica de un sujeto y objeto ante el plano de la cámara.
-Una fotografía no es sino la unión de un proceso químico junto con la experiencia óptica de plena descendencia en la cámara oscura, un recipiente vacío comúnmente con morfología rectangular hermética al exterior, comprendiendo una pequeña obertura en uno de sus laterales provista de un objetivo, dando consigo la proyección de la figura proyectada, invertida y minimizada en una de sus caras.
- Charles Chevalier fabricó la primera lente de la primera cámara fotográfica de Daguerre con el fin de intentar resolver los problemas ópticos a la hora de la exposición, no obstante su apertura de f/15, era un constante inconveniente.
József Miksa Petzval perfiló y la mejoró con su objetivo “petzval”, famoso por su gran contraste en la poca profundidad de campo con tan sólo una distancia focal de 65mm, muchos lo toman como “una aberración”, pues su agrupación de cuatro ópticas agrupadas en tres divisiones sumado a su apertura de diafragma f/3.6, concebían una lente acromática con un ligero toque viñeteado y bokeh radial-orbicular característico, muy superior en rapidez a la ya creada por Á Verres Combinés en 1840.
Acto seguido surgieron las rencillas de Daguerre con los familiares de Nicéphore por el mando del liderazgo. El gobierno Francés compró el invento y decreto una paga de 6.000 francos para Daguerre y 4.000 para los familiares de fallecido.
-Hyppolute Bayard, hijo de un juez y envuelto en el mundo de la experimentación pictórica, se las ingenió para crear paralelamente a Daguerre, su propia máquina funcional, que él mismo llamaba en un principio “dibujos fotogénicos”, extraídos directamente de la cámara oscura a través de un papel. Bayard contactó con Arago el 20 de mayo de 1839, pero éste decidió darle predominio a Daguerre. Bayard invitó a Arago a su exposición de imágenes reales que se iba a celebrar el 24 de Junio de 1939 en Rue Jeuneurs, pero Arago nunca se presentó. Por aquel entonces Daguerre ya era conocido mundialmente trayendo consigo que Bayard fuese destinado al total anonimato falleciendo en Nemours, 1887.
-William Henry Fox Talbot consiguió obtener un número ilimitado de copias en papel a partir del bruto o imagen original, él mismo denominaba a sus réplicas “talbotipias” y posteriormente “calotipias” alcanzando la enorme eficacia. Y además descendió el tiempo de durabilidad en la exposición a casi 3 minutos, siendo arrebatado su estatus poco tiempo después, por el sobrino de Niepce (Niepce de Saint-Victor) quien logró rebajar la exposición a dos segundos utilizando placas de vidrio en lugar de negativos de papel. Fue seguido por Sir John Herschel, que imitó todos sus efectos.
-En 1851, Frederick Scott Archer, innovó añadiendo a las placas de vidrio, una solución de albumina en altas dosis de yodo y colodión, mejor conocidas como “placas secas”.
-Richard Leach Maddox, un médico y físico francés adoptó la modalidad de las placas cubiertas de bromuro de plata con una ligera patina de gelatina como punto intermedio de adhesión recuciendo el tiempo de exposición a una centésima de segundo, provocando la sustitución fragrante de las placas secas por las húmedas. Además adoptó e introdujo el carrete, fundamento archi preciado en la fotografía.
-El nombre de fotografía fue empleado por primera vez a través de del astrónomo Von Madler y Herschel, convirtiéndose en una fuente de laboratorio con la que experimentaban los fenómenos y sucesos que de ello acontecían, surgiendo en 1870 la figura y profesión de fotógrafo como personajes pioneros, los incunables de la fotografía: Nadar, Hill, Anderson, Baldus, Le Gray, Negré, Price Fueran, Carjat, Delamotte, etc., la gran mayoría de ellos procedentes de la pintura, y que tras finalmente capitular, aceptaron la derrota frente al retrato… adaptarse o morir. New York en 1851 ya poseía 51 tiendas fotográficas.
- Friedrich Marten (legendaria es su foto de la panorámica de parís, 1846), Camille Silvy y sus escenas fluviales de 1860, Henry Peach Robinson quien usaba tres negativos para los fotomontajes como su prueba “decaimiento” de 1858, Gustave Doré insigne de la dramatización en el retrato, Biow y Carl Ferdinand Stelzner con sus singulares calitipias en eventos rimbombantes “La inauguración del Crystal Palace de Sydney" en el 10 de junio de 1854, Roger Fenton y Sir George Brown con sus fotografías de contienda, Fran Beato corresponsal de prensa, etc.
-La fotografía emprendió la nueva apreciación de ver el mundo, un medio de masas capaz de abstraer hasta las más mínima mota de los periplos sociales, y no es de extrañar que las primeras fotografías fuesen ligadas a la temática bélica, tal y como lo hizo un analfabeto Mathew Brady, quien se dedicó a tomar capturas de momentos concisos, de una objetividad común al resto de individuos como la “Sublevación de los Boxers”. Jean Cocteau también merece una alusión digna de encomio y su angosto antojo por la naturaleza más espontánea posible: ¿quién no ha visto sus películas sobre bovinos?.
Con toda esta letanía no se pretende sino dar a conocer el conjuro de la captación de una instantánea inmóvil sin posibilidad de movimiento, hasta la llegada de Pleateu, impertérrito obcecado con su único parecer, tuvo la brillante idea de sustituir la cronología de dibujos por imágenes en placas de colodión en su fenaquistoscopio, creando una leve y certera actividad fluida y factible. También Henry Heyl proyectó la legendaria y maravillosa danza en su Fasmatropo.
Los ensayos posteriores era cuestión de tiempo para asegurar la impronta decisiva con Muybridge, Aunschütz y Marey.
-Cuenta la leyenda que Eadweard Muybridge fue contratado por el gobernador de California, Leland Stanford, con el propósito de demostrar que las cuatro patas de un caballo a galope se mantenían en el aire en los saltos y trotes. Para ello Muybridge puso veinticuatro cámaras equidistantes a la orilla de la pista del hipódromo, por donde el caballo debía de pasar, este, al galope debía de romper una serie de hilos que servían como disparador automático abriendo los obturadores de las máquinas gestándose la maravilla. Muybridge para la ocasión empleó placas de colodión húmedo, que ya eran hábito entre la industria, lentes Dallmeyer, y obturadores de naturaleza electromagnética. Empezó como fotógrafo naturalista y campestre pero posteriormente en 1886 hizo su permuta al retrato de personas.
El Alemán Ottomar Aunschütz tuvo prepararas sus primeras fotografías en serie en torno a 1884, mediante su Taquiscopio, era destacable la gran claridad de sus impresiones. Sólo construyó 78 ejemplares de su mecanismo, ladino en la incursión de un tubo de Geissler que iluminaba las diapositivas cuando pasaban por el objetivo, creando un producto de visión rápida denominado “electrotaquiscopio”, conocido por el público en 1894 en Berlín y expuesto en una sesión con una pantalla de 6x8 metros.
-Marey en cambio se excluyó de los topetones característicos de la época, un hereje que renegó del canon a seguir, una persona obsesa con el mundo natural, la vida idílica en una emplazamiento bucólico, dedicado meramente a la fijación del movimiento de pájaros y cualquier otra especie de fauna (zoopraxiscopio) que apareciese frente a su “fusil fotográfico” de 1882, creando una particulares cronofotografías momentáneas con doce vistas por placa.
Trabajó arduamente con rollos de papel llegando a conseguir cien instantáneas por segundo en una máquina verdaderamente pequeña y transportable a diferencia de todos sus contendientes del periodo posromántico. En 1888 terminó el boceto de su cámara “cronofotográfica”, que como bien hemos citado anteriormente, se aprovisionaba de cintas de papel, en vez de placas de vidrio emulsionado, pudiendo obtener una serie de 40 imágenes.
-Hannibal Goodwin y Georg Eastman presuponen que son los atribuidores de la primera incursión de un rollo de película de celuloide a la máquina de la ilusión, más no pasar por alto, que Eastman fundó la marca “Kodak” en 1887, en un principio con fines altruistas pues donaba parte de sus ingresos a labores de gestión pedagógica alcanzando la enorme cifra de cincuenta y ocho millones en entrega monetaria en 1925.
El 14 de marzo, se reunió con los administradores de su burocracia, disponiendo y cediendo los últimos testamentos a servir tras su muerte, que no llegó sino, dos meses después con un suicidio mediante un tiro en la cabeza, una vez conocida su inapelable bancarrota.
Y como colofón podemos describir el haber de múltiples personajes que perfilaron el invento consiguiendo el final de nuestra primera entrega de este fascinante y curioso tratado:
-Fue con Edison y su colaborador William Kennedy Dickson, conocido mayormente como su papel de “el mago de Menlo-Park” y por escribir la primera obra cinematográfica junto a su hermana cuando el film obró en causa pertinente.
Por un lado Thomas Alva Edison no tenía la intención de aventurarse en un sistema corredizo de imágenes, y es por ello que tan solo deseaba perfeccionar su “fonófrago”, que más tarde pasaría a llamarse “fonógrafo”, un aparato para registrar sonidos y hacerlos audibles a la sensibilidad humana. Poco a poco en su interior generó la aprehensión de completar el aparato de sonido con otro de captación ilustrativa, generando con ello un todo aunado en un mismo concepto, capaz de desbancar a cualquier otro proyecto de cercano antepasado.
Los mecanismos pasaron de la invención particular hacia espacios de laboratorio donde numerosos científicos concretaban de una manera abrupta todos los procesos asimilados hasta la fecha, a merced de una ingente cantidad de personas que exigían la democratización tecnológica.
Así nace en 1888 la primera cámara fotográfica y el 6 de de octubre de 1889 la primera proyección fílmica entre el elenco perito, dejando atrás el ilustre pero lábil ingenio vanguardista.
En 1891, Edisón solicitó su patente para su cinematógrafo, (también denominado “cámara fotográfica”) y cinetoscopio (o “aparato para mirar”).
En su estudio, unos de los primeros del mundo “black maria”, y en concordancia con su aliado Dickson, elaboró una cámara móvil sobre rieles consiguiendo la cantidad de 600 fotografías individuales, sumó a los negativos la perforación de cuatro agujeros en cada fotograma, experimentado hasta la fecha tan sólo por un francés “Le Prince”.
Su cinetoscopio o máquina cinematográfica logró romper todo fundamento y razón de la época, llegando a convertirse en un instrumento universal, conocido por todo el globo terráqueo y solamente mejorado por los artilugios de los hermanos Auguste y Louis Lumiere, Herman Casler (creador del Mutoscopio), Henry William Short (autor del filoscopio), y como no, los hermanos Max y Emil Skladanowsky y Sir Charles Wheatstone progenitor del estereoscopio denotando la sensación de profundidad tridimensional y mejorado por Sir Charles Brewster quien añadió al mismo una doble cámara para captar las vistas estereoscópicas, y un infinito etc.
Estos dos últimos generaron la pasión de William Friese-Green y Mortimer Evans quienes patentaron la cámara fotográfica mediante la cual se podía captar imágenes estereoscópicas de 7,62cm cúbicos.
John Arthur Roebuck Rudge patentó un proyector de mecanismo intermitente en 1875, teniendo la posibilidad de girar 8 placas en secuencia entorno a un haz de ondas cromáticas.
En 1894 abrió las puertas la primera sala quinestoscópica, gracias al canadiense Andrew Holland quien obtuvo diez cosmoramas de Gammon y Raff, representantes de Edison
Todos estos fueron quien provocaron posteriormente la gigantesca retahíla de coinventores, que no nombraré aquí por ser demasiado extensa, pero que sí podemos afirmar que consiguieron la proyección para un público masivo porque hasta el entonces todos los aparatos servían de manera unitaria o una concurrencia reducida… no para una gran volúmenes de auditorios.
Sergio Alexis Bujez Fernández
lunes, 27 de marzo de 2017
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